En nuestros viajes por la gastronomía del mundo ya hemos visitado diferentes destinos, pero aun no habíamos llegado a Austria. Este país de comidas especiales tiene un clásico que todos conocemos: la tarta Sacher. Creada alrededor de 1832 cuando el príncipe Metternich solicitó a su cocinero, Eduardo Sacher, algo ‘nuevo’, ésta tarta es un postre que no pueden dejar de probar.
Ingredientes:
220 gr de azúcar
130 gr de chocolate derretido (una tableta y media)
130 gr de harina
6 huevos (separando yemas y claras)
160 gr de mantequilla
150 gr de mermelada de albaricoque
esencia de vainilla
Para el glaseado
6 cucharadas soperas de agua
150 gr de azúcar glas
150 gr de chocolate
Preparación:
Prepara una crema con la mitad de la mantequilla y la mitad del azúcar. Añade el chocolate derretido y la esencia de vainilla y poco a poco las yemas de huevo, sin dejar de batir. Bate las claras a punto de nieve. Añade todo a la mezcla de chocolate. Finalmente, agrega la harina. Vierte en un molde de 22 cm., untado previamente con mantequilla y espolvoreado con harina, y mételo en el horno a 175º C durante una hora (más o menos).
Cuando esté fría, córtala horizontalmente y unta una de las partes con un poco de mermelada. Pon la otra parte encima. Calienta la mermelada restante a fuego lento y extiéndela sobre la superficie y los lados de la tarta.
Para el glaseado, mezcla el chocolate con el azúcar y el agua. Calienta todo al baño maría, sin dejar de revolver hasta que adquiera un aspecto liso y brillante. Finalmente recubre todo con el chocolate. Deja que se enfríe y sirve acompañada con nata montada
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario